Laura Belmares

Obituario de Laura Belmares

Con profunda tristeza y pesar, la familia de Laura Belmares anuncia su fallecimiento, ocurrido el 18 de diciembre de 2024. Laura, quien nació el 4 de julio de 1940, deja un vacío imposible de llenar, y su partida deja un rastro de amor y recuerdos imborrables en los corazones de quienes tuvieron la fortuna de conocerla.Laura Belmares fue una mujer extraordinaria, hermana de siete, madre de seis hijos, abuela de ocho y bisabuela de uno, a quienes amaba con todo su ser y dedicaba cada esfuerzo de su vida. En su rol de madre y abuela, fue un pilar de fortaleza, amor y sacrificio. Siempre veló por el bienestar y el futuro de sus hijos y nietos, inculcándoles valores de trabajo arduo, respeto y unidad. Aunque la vida a menudo la desafió, Laura nunca dejó de ser un faro de esperanza y una fuente de inspiración para su familia.Desde joven, Laura fue una mujer incansable, conocida por su tenacidad y su dedicación a todo lo que hacía. Fue una trabajadora ejemplar que nunca temió enfrentar los retos que la vida le presentó. Su incansable esfuerzo y su amor inquebrantable por su familia la llevaron a luchar siempre por lo mejor para sus hijos, asegurándose de que tuvieran lo necesario para salir adelante y alcanzar sus sueños. Era una madre que brindaba apoyo sin pedir nada a cambio, siempre dispuesta a dar lo mejor de sí misma, incluso en los momentos más difíciles.Uno de los mayores amores de Laura fue la cocina. Durante 25 años, fue una cocinera apasionada y comprometida, convirtiendo su habilidad en la cocina en una verdadera obra de arte. Su amor por la gastronomía se reflejaba en cada platillo que preparaba, no solo por su exquisito sabor, sino también por la dedicación y el cariño con que alimentaba a su familia y amigos. La cocina era su refugio, y en ella encontró una manera de expresarse y compartir su amor por los demás. Aquellos que tuvieron la suerte de disfrutar de sus comidas recuerdan con cariño el sabor único que solo ella sabía ofrecer.A lo largo de su vida, Laura también descubrió otra gran pasión: la costura. Con una habilidad y creatividad excepcionales, se dedicó a hacer vestidos, arreglos de ropa y cualquier prenda que le fuera solicitada. No importaba lo complicado que fuera el diseño o lo desafiante que fuera el trabajo, Laura siempre estaba dispuesta a poner su talento al servicio de los demás. Sus creaciones, hechas con manos expertas y un corazón generoso, no solo reflejaban su habilidad en la costura, sino también el amor y la dedicación con que siempre buscaba complacer a quienes la rodeaban.Además de sus pasiones por la cocina y la costura, Laura compartía un corazón lleno de amor por los animales, especialmente por sus tres gatos. Ella siempre dijo que los gatos eran una de sus mayores alegrías, y su conexión con ellos era especial. Laura no solo les brindaba un hogar lleno de cariño, sino que extendía su amor a todos los animales que cruzaban su camino. Su corazón, siempre generoso, tenía espacio para todos los seres vivos, pero los gatos, con su personalidad y su misterio, ocupaban un lugar único en su vida.Laura también era una amante de las plantas. Su hogar estaba lleno de ellas, y su jardín era un reflejo de su esmero y amor por la naturaleza. Cuidaba sus plantas con dedicación, y cada flor, cada hoja que crecía bajo su cuidado, parecía llevar un pedazo de su alma. Las plantas, como los animales, tenían un lugar especial en su corazón, y en su jardín florecían no solo las plantas, sino también el cariño y la paz que ella transmitía a quienes la rodeaban.Laura era una persona orgullosa de sus raíces y de su familia. Con un corazón generoso, siempre fue el centro de atención en los momentos familiares. Era una mujer fuerte, con carácter, pero también con una ternura inmensa que solo los suyos conocían. La manera en que cuidaba de su familia, la paciencia con que los guiaba y el amor incondicional que les brindaba son cualidades que siempre permanecerán vivas en quienes la conocieron.Su partida deja un dolor profundo en su familia, pero también un legado de amor, sacrificio, trabajo arduo y pasión por la vida. Laura fue más que una madre, hermana, abuela y bisabuela; fue una amiga, una confidente y un ejemplo de perseverancia. Su legado vivirá por siempre en sus hijos, en sus hermanos, en sus nietos y bisnietos, en sus gatos, en sus plantas, y en todos aquellos que la conocieron y tuvieron la oportunidad de aprender de su fuerza, su determinación y su amor incondicional.Aunque nos duele profundamente su partida, nos consuela saber que su memoria perdurará por siempre. Su espíritu seguirá guiando a sus hijos, nietos y bisnietos, quienes llevarán su ejemplo de vida con ellos a cada paso.Descansa en paz, Laura Belmares. Te recordaremos siempre con amor, gratitud y una sonrisa, como la mujer valiente, trabajadora, amorosa, amante de los animales, las plantas y la vida que fuiste.