Jose Antonio Lopez De Leon

José Antonio era una persona amable y humilde. Siempre estaba feliz de tenerte en su casa. Un hombre que va a ser extrañado por muchos. Nunca habría dicho nada para ofender a alguien y preferiría poner la otra mejilla en lugar de lastimar a alguien.

Durante  su juventud fue aficionado al fútbol. Tenía un regalo especial donde podía convertir el auto más feo en una hermosa obra de arte. También podría convertir un trozo de tierra en un hermoso jardín. 

 Como hijo, nunca olvidó a sus padres. Aunque estaba a millas de distancia, siempre se mantendría en contacto. Nunca se perdió un cumpleaños, el día de la madre o el día del padre.

Fue el último de 4 hijos y siempre cuidó de sus hermanos. Confió en ellos con su vida y los amó más allá de las palabras.

Fue un esposo amoroso.

El tipo de hombres que siempre puso a su esposa primero. Antonio siempre estuvo atento a las necesidades de ella. 

Además de ser un gran esposo, fue un padre fantástico. Nunca dejó que el trabajo interfiriera con la atención que le daba a sus hijas. Solo se proporcionó lo mejor para las tres, independientemente de la distancia. Ninguna palabra puede equivaler al amor que le dio a su esposa e hijas.

Por último, él era un hombre de fe. Siempre asistiendo a misa dominical puntualmente. Incluso a través de su enfermedad nunca perdió la fe.

Es una pena que haber perdido un alma tan exquisita y pura tan pronto.